La acuaponía es un sistema innovador de producción acuícola que combina la producción de pescado en sistemas acuícolas de recirculación (RAS) con la producción vegetal mediante hidropónica (la técnica del cultivo de plantas sin suelo) en un único sistema de producción. Se trata de un método de explotación sostenible y eficiente que elimina la necesidad de suelo y conserva el agua.
Las ventajas de esta técnica son múltiples:
Puede estar ubicado en zonas rurales, pero también en entornos urbanos y semiurbanos, incluidos edificios urbanos (por ejemplo, cubiertas) e industriales (por ejemplo, lugares no utilizados), lo que da a las regiones de la UE un elemento de autosuficiencia a la hora de proporcionar a sus residentes puestos de trabajo, así como hortalizas frescas, pescado y frutas. Esta colocación estratégica no solo reduce los costes de adquisición de tierras, sino que también proporciona espacio a la acuicultura para producir pescado más cerca de las zonas urbanas, reduciendo así los gastos de transporte y la huella de carbono global de la producción.
Se trata de un sistema cerrado ecológicamente responsable sin el uso de fertilizantes químicos porque es un sistema autosostenible. El agua de los depósitos de pescado se recircula a través de filtros para alimentar los lechos de las plantas y, a continuación, volver a los depósitos de pescado. Los peces y las plantas desarrollan una relación simbiótica, en la que las plantas están limpiando los residuos de pescado y los peces alimentan nutrientes a las plantas.
No requiere el uso de plaguicidas.
Evita las limitaciones de estacionalidad, ya que las plantas y los peces pueden criarse durante todo el año, independientemente de la temporada y de las condiciones meteorológicas.
Algunos de los retos de la aplicación y el desarrollo de la acuaponía son los siguientes:
Costes iniciales elevados: la creación de un sistema de acuaponía puede resultar costosa debido a la necesidad de equipos especializados, como tanques, bombas y sistemas de filtrado, y a unas necesidades energéticas elevadas.
Conocimientos técnicos: requiere un mantenimiento diario y pruebas continuas de la calidad del agua para los peces y las plantas, así como conocimientos tanto de la piscicultura como de los sistemas hidropónicos. Equilibrar las necesidades de los peces y las plantas puede ser complejo y requiere un aprendizaje y una adaptación continuos.
No todas las plantas y peces prosperan en sistemas acuapónicos: la técnica no es adecuada para todos los cultivos y puede llevarse a cabo con una variedad vegetal y de pescado limitada.
Rentabilidad: en la actualidad, existen problemas de escalabilidad para producir hortalizas a gran escala a un precio rentable.