— Antes de que las explotaciones acuícolas puedan operar, los futuros productores acuícolas deben obtener una autorización de las autoridades nacionales competentes (a veces las autoridades regionales pueden ser responsables de las autorizaciones). En su evaluación, las autoridades comprueban si la ubicación propuesta es adecuada y verifican cuidadosamente el posible impacto de la explotación en el medio ambiente.
— Los productores acuícolas necesitan autorización antes de utilizar agua de mar o agua dulce para la explotación. Cuando vuelven al medio ambiente, el estado de la masa de agua no debe deteriorarse.
— Además, los establecimientos acuícolas deben estar registrados o autorizados por las autoridades sanitarias que se ocupan de la sanidad animal, y tanto el ganadero como estas autoridades tienen la obligación de llevar a cabo la vigilancia de posibles enfermedades.
— Una vez obtenidas todas las autorizaciones, los productores acuícolas deben cumplir varias condiciones para garantizar que las actividades acuícolas respeten el medio ambiente, la salud humana y animal y el bienestar de los animales.
— Las explotaciones autorizadas deben seguir supervisando su impacto en el medio ambiente.
— Para proteger el medio ambiente, los productores solo pueden utilizar piensos, productos de limpieza y medicamentos autorizados.
— Por lo que respecta a la sanidad animal, los ganaderos también tienen la obligación de llevar varios registros, incluidos los relativos al número de animales que entran y salen de la explotación y a cuántos mueren. Asimismo, deberán llevar un registro de las medidas que adopten para prevenir y gestionar cualquier riesgo de enfermedad. Para proteger la salud de los consumidores, los acuicultores deben cumplir normas estrictas en materia de higiene alimentaria y sanidad animal. Solo pueden utilizar piensos autorizados y controlados.
— El uso de medicamentos veterinarios requiere una prescripción de un veterinario, y solo se permiten medicamentos veterinarios autorizados, respetando los tiempos de espera y los límites de residuos prescritos. Los productores deben llevar un registro de todos los medicamentos veterinarios que utilizan y conservar una copia de las prescripciones.
— Además, los ganaderos deben garantizar un trato no cruel a los animales de granja a lo largo de su ciclo de producción, así como durante el sacrificio y el transporte.